Fondos de inversión de renta variable
Los fondos de inversión de renta variable invierten la mayor parte de su patrimonio en activos de renta variable (acciones). Al contrario de lo que ocurre con los fondos de renta fija, los fondos de renta variable ofrecen rentabilidades potenciales mayores, puesto que el riesgo es también mayor.
Se suelen establecer subcategorías dentro de los fondos de renta variable, según el mercado en el que inviertan (España, zona euro, USA…), según los sectores en los que invierten (tecnológico, financiero…), o en función de otras características de los valores en que invierten (tamaño de la empresa…).
Por sus características, los fondos de inversión de Renta Variable se recomiendan a un perfil de inversor decidido, ya que asumen mayores riesgos durante la inversión, lo que puede llevar a posibles rentabilidades mayores.
Invierten la mayor parte en renta variable (acciones). Se pueden dividir dependiendo de los mercados donde invierten (Europa, emergentes, etc.), según los sectores de actividad (tecnológico, telecomunicaciones), o según otras características de las empresas.
Esta categoría invierte en acciones de compañías cotizadas y representa una de las mayores categorías de fondos de inversión. Existen diferentes sub clases de fondos de renta variable que cubren diferentes sectores, áreas geográficas y compañías de diferentes tamaños. En general, un fondo de renta variable se dirige a un horizonte de inversión a largo plazo y ofrece comparativamente mayores rendimientos, con un mayor nivel de riesgo.
Su cartera está mayoritariamente integrada en activos de renta variable, de este modo sus expectativas de rentabilidad y riesgo son superiores a los ya vistos.
Esta categoría está integrada por multitud de tipos de estrategias y subcategorías. La versatilidad de la renta variable es mucho mayor que la de otros activos y esto se hace notar en los fondos de inversión.
Los tipos de fondos de inversión de renta variable suelen diferenciarse por la divisa en la que hacen las inversiones. Así pues, si se escoge un fondo de inversión que no sea denominado en euros habrá que tener presente el riesgo del tipo de cambio de la divisa en cuestión, estamos ante un fondo de renta variable internacional.
Cuando se analizan los fondos de inversión de renta variable se toma como referencia en muchas ocasiones si responden a una gestión estática o gestión dinámica. Las características son las siguientes:
- Gestión pasiva (estática): es una estrategia consistente en establecer una determinada distribución de mercados, sectores y valores que no será modificada por motivos coyunturales del mercado. Como por ejemplo el replicar el comportamiento de un “benchmark”. El “benchmark” puede ser un índice, en este caso hay que añadir que los índices no suelen tener en cuenta los dividendos (excepto el DAX 30) mientras que los fondos de inversión sí.
- Gestión dinámica (activa): en esta estrategia el gestor determina, con la periodicidad que cree conveniente, cuál será la composición de la cartera, el nivel de exposición al riesgo y una selección de activos, sectores y mercados según sus criterios.
Un ejemplo de gestión dinámica puede ser un fondo referenciado al Eurostoxx 50, que puntualmente se concentra en valores industriales porque considera que el sector está en auge o los activos tienen un precio de mercado inferior a su precio objetivo.