Fondos de inversión mixtos
Los fondos de inversión mixtos o de Renta Mixta diversifican la inversión, invirtiendo parte de su patrimonio en activos de renta fija y parte en renta variable. Resulta especialmente importante conocer estas proporciones, ya que esto determinará el riesgo asociado al fondo y por tanto la rentabilidad potencial.
Siguiendo lo anteriormente expuesto, a mayor porcentaje invertido a renta fija, menor será el riesgo y menor la rentabilidad potencial, mientras que a mayor porcentaje invertido en renta variable, mayor será también el riesgo teórico y la posible rentabilidad que le saquemos a nuestro dinero.
Los fondos de inversión mixtos o de Renta Mixta son productos destinados a todo tipo de perfiles de inversor, desde el más conservador al más decidido, en función del porcentaje que destinan a renta fija y variable.
Los fondos de inversión mixtos tienen como estrategia común invertir combinando activos de renta fija y renta variable, entre otros, en diversos porcentajes, dependiendo del perfil de riesgo del cliente, la estrategia de inversión y la relación con el rendimiento esperado.
Combinan la inversión en activos de renta fija y renta variable, en una proporción diferente según la categoría que se traten.
Los fondos de inversión mixtos son una combinación de los dos anteriores, una parte de activos de renta fija y otra parte en renta variable, dependiendo del porcentaje de inversión en cada uno se asumirá un mayor o menor nivel de riesgo.
Asumen riesgos en un grado medio y a en principio pueden permitir rentabilidades superiores a las categorías ya vistas. Una entrada de activos de renta variable a la cartera produce un aumento potencial de rentabilidad, es por esto que los fondos mixtos se sitúan a medio camino entre los fondos de renta fija y fondos de renta variable en cuanto a rentabilidad y riesgo se refieren.
Los tipos de fondos de inversión mixtos presentan las siguientes categorías:
- Renta fija mixta: un mínimo el 70% debe estar invertida en activos de renta fija o monetarios.
- Renta variable mixta: entre el 30 y el 75% de la cartera debe estar invertida en activos de renta variable.
La CNMV obliga a dar una información más detallada del criterio utilizado en cuanto a la política de inversión. El inversor tiene en su poder información en cuanto a los porcentajes de renta fija y variable que componen la cartera.
Las categorías dentro de los fondos mixtos pueden venir expresadas en “mixtos agresivos”, “mixtos moderados” o “mixtos defensivos”, según su mayor o menor exposición a la renta variable.