Tipos de hipotecas


La hipoteca es un producto bancario que se utiliza para lograr la financiación correspondiente para adquirir un bien generalmente inmueble con la obligación de devolver la cantidad prestada y unos intereses en cuotas periódicas.

El deudor poseerá el bien inmueble mientras esté pagando la cantidad correspondiente pero si incumple con su obligación de pago, el acreedor o prestamista se quedará con el bien hipotecado en concepto de garantía del préstamo. Es decir, la propiedad del bien garantiza el cumplimiento de la obligación.

El préstamo hipotecario se formaliza en un contrato que establece las obligaciones del deudor y las condiciones por las que se regirá el préstamo.

Elementos de una hipoteca

Los principales elementos que forman una hipoteca y que se establecen en el contrato del préstamo son los siguientes:

  • Capital: suma de dinero prestada que se debe devolver a través de cuotas o pagos periódicos.
  • Interés: es el porcentaje extra que se debe pagar anualmente por la concesión del préstamo. Podrá ser un tipo de interés fijo o variable.
  • Plazo de devolución del capital y de todos los intereses que correspondan.
  • Garantía hipotecaria: el pago está garantizado por el valor del propio inmueble, lo que permite al prestamista quedarse con la propiedad del bien inmueble en caso de impago.

Una vez conocidos todos estos parámetros, será posible conocer las ganancias que obtendrá el banco así como la cuantía de las cuotas mensuales. Para calcular la cuota de una hipoteca de cualquier banco de España puedes utilizar un simulador de hipotecas.

Tipos de hipotecas

La clasificación de hipoteca más utilizada es la que diferencia en función del tipo de interés que se establezca:

  1. Préstamo hipotecario a tipo fijo, en el que la cuota mensual y el tipo de interés del préstamo no varían durante todo el plazo.
  2. Préstamo hipotecario a tipo variable: está formado por el valor del índice de referencia y un diferencial fijo. El importe de las cuotas se va actualizando en cada revisión del interés según el valor del índice de referencia (como por ejemplo el Euríbor).
  3. Préstamo hipotecario a tipo mixto, que consiste en aplicar durante un periodo un tipo de interés fijo y en el resto del plazo un interés variable.

Pero también existen otras clasificaciones y varios tipos de hipotecas como por ejemplo en función de las cuotas (hipotecas de cuota constante), de la tipología del bien inmueble (hipotecas de pisos de bancos), del público objetivo (hipotecas para jóvenes) o de su naturaleza (hipotecas inversas).

Principales problemas relacionados con las hipotecas

En algunas ocasiones, las hipotecas pueden derivar en ciertos problemas serios que pueden surgir tanto por culpa del acreedor como por parte del deudor.

En primer lugar, uno de los problemas más habituales es que la entidad bancaria incluya cláusulas consideradas abusivas o usurarias en el contrato del préstamo tales como: cláusula suelo, cláusula de vencimiento anticipado, intereses abusivos, cláusula multidivisa, IRPH, etc. Ante cualquiera de estas cláusulas, el cliente tendrá derecho a reclamar ante la entidad bancaria correspondiente.

En segundo lugar, cuando el cliente no puede hacer frente a la obligación de pago, se produce la extinción de la hipoteca y es habitual que el banco realice un procedimiento de ejecución hipotecaria. Sin embargo, si el motivo por el que no se puede hacer frente a los pagos son las cláusulas abusivas que contiene el préstamo hipotecario, el deudor tendrá la posibilidad de oponerse a la ejecución hipotecaria.


 

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