Préstamos rápidos
Se contrata para obtener pequeñas y rápidas cantidades de dinero. No es necesario demostrar demasiada solvencia económica.
Los intereses rondan el 20%. Por ejemplo, si se contrata un crédito de 6.000 euros al 22%, el importe total a devolver sería de 7.320 euros, 1.320 euros más de lo prestado. Estos elevados tipos de interés se justifican por el mayor riesgo y la gran flexibilidad que ofrecen las entidades para estas operaciones.
Además, estos préstamos suelen estar exentos de comisión de apertura o estudio, algo que es habitual en el resto de créditos. Por contra, la entidad frecuentemente obliga a suscribir un seguro para cubrir un posible impago del crédito en determinados casos, como el fallecimiento del titular.
Financiación rápida
Los préstamos rápidos se han hecho muy populares entre los consumidores últimamente, ya que son publicitados costantemente por los medios, con ofertas que pueden resultar muy atractivas. Pero es necesario conocer algunas de las características de estos servicios cuando lo ofrecen empresas no bancarias y revisar con atención todas las condiciones antes de contratarlos:
- Suelen ofrecerlos empresas intermediarias, por lo que son más fáciles de conseguir que si se recurre directamente al banco. Las entidades bancarias exigen más documentación y si el consumidor tiene varias deudas, el banco no le concederá el préstamo.
- Estas empresas no son bancos ni financieras, por lo que no están sujetas al control del Banco de España. Este sólo puede vigilar que no se hagan pasar por entidades bancarias ni induzcan a que se les confunda con ellas.
- Se pueden obtener aun estando en los registros de morosos del RAI o ASNEF.
- Se consigue el dinero más rápido que a través del banco. Hay que tener en cuenta que el plazo que se ofrece para recibir el crédito siempre empieza a contar desde el momento en que se aprueba la solicitud.
- Se puede hacer toda la gestión por teléfono o internet.
Otros datos que hay que tener en cuenta
Antes de contratar cualquier financiación, es importante:
- Fijarse en lo que ofrece la publicidad y asegurarse que se ajuste a las condiciones reales.
- Tener toda la información sobre el crédito que se va a pedir, leer bien la letra pequeña, informarse de todas las condiciones del préstamo y preguntar todas las dudas que surjan.
- Fijarse siempre en los siguientes datos: el tipo de interés nominal y el TAE anuales, no mensuales, tanto del primer año como de los siguientes; los años de plazo para devolver el préstamo (cuantos más años, más intereses se pagan y la cantidad de dinero total a devolver es mayor); las comisiones de apertura y cancelación, tanto parcial como total; los intereses en caso de no pagar alguna cuota; los gastos de gestión de la empresa intermediaria; y los gastos de notaría y registro.
- Saber que se puede contratar un seguro de protección de pagos, que es una garantía por si no se puede pagar alguna letra. A veces, tanto las entidades bancarias como las empresas intermediarias obligan a ello, pero si el cliente no desea ajustarse a esa condición, puede escoger otras ofertas.
- Conocer otras opciones para obtener dinero por adelantado, además de la apertura de un crédito bancario, por ejemplo los pagos aplazados de la tarjeta de crédito, el descubierto en la cuenta bancaria… Es interesante calcular cuál de todas ellas supone una carga mayor de intereses.
- Saber que se puede vincular el plazo del crédito con la duración del producto o servicio para el que se solicita.
- Calcular cuánto dinero se va a tener que devolver al banco al pedir un préstamo: sumar todos los pagos que hay que hacer mientras dure el crédito, las comisiones que el banco exige, etc.
- El Banco de España recomienda que las deudas de una familia no superen el 33% de los ingresos que obtiene.
Los préstamos o créditos rápidos se caracterizan por la rapidez en su concesión si bien a un precio que suele ser superior a otras operaciones de financiación.
Con nuestro DNI, nómina, algún recibo, los datos de una cuenta y rellenando un sencillo formulario podemos solicitar este tipo de créditos.
Ventajas de los préstamos rápidos:
- Reducidos trámites y gestiones para su concesión y confidencialidad
- Rapidez en la contestación y concesión
- Flexibilidad para devolver el dinero al banco
Inconvenientes de los préstamos rápidos:
- El tipo de interés que se aplica suele ser superior al habitual en los créditos personales.
- Suele ser obligatorio suscribir un seguro para cubrir el riesgo de impago del crédito en determinados casos.